Arunda Silente se inspira y nace en el pensamiento y en la antropología del profesor López Quintás, según la cual la realidad no es homogénea sino que se conforma en niveles cada uno de los cuales opera con su lógica propia.
El nivel uno de la realidad se correspondería con el mundo de los objetos integrado por todo aquello que percibimos a través de nuestros sentidos. Situados en él, nos movemos en los planos físico, psíquico y biológico. Este nivel se rige por las actitudes de uso, dominio y manejo, lo que implica que las cosas, los objetos -cuya etimología es lo que yace ahí enfrente-, están a mi servicio, puedo disponer de ellos libremente. Este es el nivel egoico y mental por antonomasia: todas las leyes de la física, la química, la biología, la economía y el derecho tienen aquí su asiento.
El nivel dos comprende la dimensión ética del ser humano. En este nivel aparece el otro, el tú que diría Martin Búber, y surge la pregunta sobre el impacto de mis acciones en los demás y en el entorno. De ahí que se rija por las actitudes de respeto, estima y colaboración, que permiten establecer las bases del encuentro. Si, además, ponemos en juego las condiciones que lo facilitan -confianza, veracidad, cordialidad, generosidad, humildad, etc.-, descubriremos que en el otro, en el tú, existe una fuente de posibilidades que se nos brindan para crear juntos algo nuevo y valioso. La unión operativa que se da cuando asumimos dichas posibilidades uniéndonos a las realidades que nos las ofrecen es la base del juego creador. En efecto, así define el profesor López Quintás la creatividad, y esa creación va a dar lugar a un sentimiento de gozo, alegría, entusiasmo y, en definitiva, de felicidad.
El nivel tres, anclaje y fundamento del anterior, es el que se define como el de los grandes valores. Es un nivel etéreo, podríamos compararlo incluso con un campo de fuerza donde operan los grandes trascendentales -verdad, bondad, belleza, justicia y unidad-.
Finalmente aparece el nivel cuatro que es el nivel espiritual; el nivel que nosotros en Arunda Silente buscamos en el silencio y en la quietud, en la interioridad del ser.
Esta antropología que gesta el proyecto de Arunda Silente, se expresa en un amplio abanico de aspectos que van desde la estructura del edificio de su sede, la Domus Silentium, hasta los contenidos y metodología de las actividades que se realizarán en ella. En efecto, los niveles lópezquintasianos de la realidad son fácilmente asimilables con los que nosotros identificamos en Arunda Silente como niveles psicofísico, ético, estético y espiritual, y vienen a ser simultáneamente la razón de ser de la distribución de los espacios de la Domus Silentium y la base y el eje de la actividad de nuestra Asociación, cuya característica esencial es la apuesta por el crecimiento integral de la persona.
Secundando el arquetipo antropológico de López Quintás, Arunda Silente procurará el desarrollo y bienestar personal creando un contexto apto para el encuentro que posibilite el autoconocimiento y el cultivo de los grandes valores: unidad o amor, bien o bondad, verdad, belleza y justicia.
En este sentido las actividades de Arunda Silente se articularán como propuestas concretas para descubrir, integrar y trascender los niveles antropológicos de manera ascendente, acompañando el progresivo avance a través de los mismos que culmina en aquel nivel en que los valores universales hallan su fuente y origen último, en lo que se configura como un ascender descendiendo hacia la propia interioridad.
Para conocer el pensamiento y la antropología del doctor López Quintás pincha aquí: www.fundacionlopezquintas.org